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Cómo hacer compatibles los viajes en coche y transportín con nuestro gato

En la pasada Newsletter  comentamos que debemos acostumbrar a nuestro gato a las manipulaciones para poder facilitar su comportamiento “en sociedad” y cuando tenemos que visitar al veterinario.

Otro punto importante es saber la relación de nuestro gato con su transportín. Si antes de ir al veterinario tenemos que comenzar una cariñosa “búsqueda y captura” de nuestro gato por casa y luego meterle en una “cosa” que se mueve y huele diferente… llegará a la clínica o a nuestro destino final en un estado cuanto menos estresado.

Según los datos de la encuesta realizada en nuestra Newsletter anterior, el 68% de nuestros lectores utiliza el trasportín solo cuando tienen que llevar a su mascota al veterinario, y un 22% cuando se van de vacaciones. Y también hemos visto que casi a un 40% de nuestros amigos les resulta complicado convencer a su gato para que lo utilice.

Debemos procurar que la experiencia sea lo más apacible y relajada posible tanto por el bien de nuestra mascota como para nuestra convivencia.

Podemos hacer que nuestra mascota relacione su transportín y el coche con momentos de tranquilidad o incluso hacer que creen una relación positiva.

Comenzaremos por presentarle los estímulos a un nivel que el animal pueda tolerar y en los que no muestre miedo y, a partir de ahí, ir aumentando la intensidad muy poco a poco. Si se hace de forma constante, en menos de una semana podemos hacer que nuestra mascota sea feliz con su trasportín y viajando a nuestro lado.

Para que se acostumbre a utilizar el trasportín, suele ser suficiente con ponerle una de sus comidas habituales en su interior.

Primero utilizaremos Feliway en spray para rociar el exterior  y el interior del trasportín. Esperaremos 15 minutos y pondremos dentro el comedero. Dependiendo de la relación que el gato tuviera con el trasportín, tal vez debamos comenzar por ponerle el bol de comida cerca e ir disminuyendo la distancia a medida que se va sintiendo más cómodo. Tal vez al principio sea suficiente con poner el comedero justo a la entrada de manera que deba meter en el trasportín solo la cabeza y los hombros. Cuando así esté ya cómodo, pasamos a ir aumentando la distancia hasta que sea capaz de entrar a comer.

A partir de ese momento podemos poner una mantita dentro del transportín y a lo largo del día lanzarle premios o juguetes dentro durante los periodos de juego. El transportín puede llegar a convertirse en una zona de descanso, en la que entre voluntariamente para tumbarse a descansar y donde estar calentito.

HappyrubbingcarrierPuede convertirse en un elemento clave dentro del territorio de nuestro gato si lo ponemos en una zona calentita, o cerca de la ventana desde la que le gusta mirar a la calle o desde la estantería en la que otea todo lo que pasa en casa.

Con el uso del coche utilizaremos unas “tácticas” similares: comenzaremos a acostumbrarle a pequeños ratitos en el coche parado, luego con el motor en marcha y luego en movimiento… paso a paso y cuando veamos que el gato acepta cada situación con calma y curiosidad. Podemos facilitar el proceso poniendo Feliway en spray en la mantita que pongamos sobre los asientos,  para colocar el trasportín, o la mantita con la que cubramos el trasportín para que el exceso de estímulos no le estrese.

¿SABÍAS QUÉ?

¿Sabías que los gatitos sólo empiezan a abrir los ojos a los 10-14 días después de nacer?

Parece ser que las hembras abren sus ojos antes que los gatitos machos y que también influye la edad de la madre, si es joven, las crías abren los ojos antes.

Al final de las 3 semanas serán capaces de reconocer a su madre mediante la vista y el olfato. Y hacia las 6 semanas tendrán una respuesta similar a la de los adultos frente a estímulos visuales, como las siluetas de otros gatos.

La distancia a la que ve con mayor precisión un gato está entre los 10 y 75 cm. Si lo comparamos con nuestra capacidad de visión, diríamos que es ligeramente miope… su sistema de lentes tiene capacidades de acomodación limitadas. Para calcular bien la distancia a la que están las presas, cuentan con su visión binocular. Otra de las características que le diferencia de la capacidad visual de los humanos es su percepción del movimiento. Es sensible a movimientos de tan solo 0,4 cm/s,que para nosotros pasarían prácticamente desapercibidos.

 

Newsletter Noviembre 2013
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