En las Olimpiadas Gatunas, arañar el sofá es la prueba reina

Hace un tiempo, en el post Los diferentes tipos de arañazos , explicábamos que arañar es una conducta instintiva y necesaria para los gatos, aunque molesta para los humanos que convivimos con ellos. Junto con la costumbre de subirse por las cortinas y el marcaje con orina , quizás las tres más difíciles de llevar para nosotros. En el post Evita los castigos , nuestra amiga Belén comentaba un truco que le había servido para evitar que su gato se subiera por las cortinas. Consiste en colocar cinta adhesiva de doble cara en la zona a la que no queremos que nuestro gato toque. Este consejo es válido también para evitar que nuestro felino amigo arañe el sofá. La sensación de quedarse pegado no le gustará nada y dejará de arañarlo. Una vez se haya acostumbrado a usar el rascador, podremos retirar la cinta adhesiva. Conseguiremos el mismo efecto si forramos la zona con papel de aluminio, con tul o con una rejilla fina durante una temporada. O si rociamos la superficie con la cáscara de un limón.

De todos modos, es fundamental proporcionarle a nuestro gato una superficie alternativa para arañar. Para conseguir que se acostumbre a usar su árbol de rascar, lo colocaremos en su zona preferida de juego. Y poco a poco, podremos desplazarlo hasta colocarlo en la zona más discreta, donde duerme, por ejemplo. Si aplicamos Feliway spray en el árbol de arañar conseguiremos que le sea más familiar y que se acostumbre a usarlo diariamente. Una caja de cartón puede servir también para algunos gatos: ya sabemos que les encantan… Si premiamos su conducta con una golosina para gatos, unas caricias o un rato de juegos, nuestro felino compañero asociará la recompensa con el rascado y evitaremos que arañe en sitios no deseados. Por último, recordar que si nuestro gato amplía sus superficies de arañado y marca con arañazos verticales zonas donde antes no lo hacía, especialmente, al lado de puertas y ventanas o en el sofá, es posible que esté padeciendo estrés. Vale la pena consultarlo con nuestro veterinario de confianza.

Y después de una lectura con tantos arañazos… ¿te apetece jugar una partida de Sofá Scratch para liberar tensiones?