Un nuevo gato en casa, ¿cómo evitar el estrés tras la mudanza?

Los primeros días del gato en su nuevo hogar son muy importantes y pueden marcar de forma decisiva la convivencia en el futuro.

Si el gato llega a una casa en la que ya vive otro gato, antes que nada debemos tener en cuenta la experiencia de ambos en cuanto a convivencia: ¿han convivido con otros gatos?, ¿qué tal se llevaban? Es importante que el gato que vive en casa esté muy relajado y feliz porque si está estresado no va a recibir bien una nueva fuente de preocupaciones. Lo primero es resolver  su situación y luego pensar en la llegada de un nuevo inquilino.

Si en casa no tenemos gatos pero tenemos otras mascotas, viven niños o recibimos visitas; también tenemos que tenerlo en cuenta porque puede que tanta novedad le resulte estresante. Vamos a repasar los puntos a tener en cuenta cuando queremos traer un gato a casa. Una buena introducción nos ahorrará futuros problemas de estrés, ansiedad, marcaje o agresividad.

Los mismos consejos se pueden aplicar cuando cambiamos de domicilio, ya sea durante las vacaciones o por una mudanza definitiva.

La llegada de un gato a un hogar en el que no hay gatos

• Prepara una habitación tranquila en la que pueda tener todo lo que va a necesitar: areneros, comederos, bebederos, zonas de descanso, un buen rascador, zonas en las que esconderse y objetos que le pertenecieran y con los que se sienta familiarizado (como la cama en la que dormía, por ejemplo).
• Coloca un Feliway difusor unas horas antes de la llegada del gato (lo ideal sería haberlo puesto el día anterior)
• Coloca difusores de Feliway de ayuda por la casa. Recuerda que cada difusor cubre unos 50 – 70 m² y que queremos conseguir que el nuevo gato encuentre en casa la feromona que le indica que este es su territorio, que puede estar tranquilo en él.
• Si el gato no tenía una mantita o una cama propia o no podemos traerla con él, podemos llevar una manta limpia, frotarle bien por los lados y por la cara y dejarla en casa para que la encuentre cuando llegue.
• También podemos frotar con esta mantita algunos muebles de la nueva habitación.
• Con Feliway y con la mantita con su olor queremos que al llegar, el gato sepa que está en su territorio.
• Al llegar, abre el transportín en la habitación y permítele que explore al ritmo que él necesite, Puede que rápidamente quiera usar los escondites de su nueva habitación, o que prefiera entrar y salir del transportín. No le fuerces.
• Cuando esté completamente relajado e instalado en la habitación, puedes comenzar a permitirle explorar el resto de la casa. Hay gatos que necesitan tan solo unas horas para sentirse a gusto y comer y jugar… pero hay otros que necesitan unos días. Todo el proceso debe resultar divertido para el gato. Ante cualquier signo de miedo o de estrés… para y déjale que vuelva a su habitación, hasta que esté tranquilo.
• El acceso al resto de la casa también hay que hacerlo de forma paulatina. Puedes añadir una habitación nueva cada día, que pase unas horas explorando y luego pueda volver tranquilamente a su habitación. Deja que explore él solo, sin que haya muchas personas intentando jugar y distraerle.

La llegada de un gato nuevo cuando ya viven más gatos en casa

• Comienza preparando una habitación para el nuevo gato. Debe ser una habitación tranquila, que no sea el centro del territorio de los gatos que ya viven allí. Es mejor que ocupe primero la periferia del territorio, como haría un gato que quiere formar parte de una colonia.
• Pon un Feliway difusor en la habitación para que el gato encuentre la feromona facial felina y rápidamente identifique el lugar como parte de su territorio.
• En esta habitación el gato debe encontrar todo lo que necesita: comedero, bebedero, bandeja de arena, rascadores, lugares para descansar… y muy importante, lugares para esconderse y estar tranquilo mientras se acostumbra al territorio y a las personas que ahora son su familia.
• Le daremos tiempo a que se acostumbre a su nuevo entorno. Le iremos presentando a las personas con las que va a relacionarse. Y cuando nos demos cuenta de que ya está cómodo, que come, juega y explora con normalidad, sin miedo ni estrés, daremos el siguiente paso.